Según el Instituto Nacional de Estadística, en España el 22,37 % de la población, que son personas mayores, viven solas en un hogar unipersonal. Además, lo hacen en mayor medida las mujeres, normalmente viudas. En nuestro país hay 2 millones de mujeres mayores que viven solas
Para mí es importante distinguir entre dos soledades:
- Soledad objetivo. Aunque pueden haberse visto obligado a ella es una decisión propia y no tiene que ser una vivencia desagradable sino que en muchos casos es enriquecedora para la persona.
- Soledad subjetiva. Es una situación no buscada por la persona, en la que se “sienten solas” que conlleva un sentimiento doloroso y temido.
La soledad no buscada suele conllevar situaciones desfavorables para la salud de los más mayores. Cuando se van deteriorando refuerzos sociales, familiares y culturales suelen desencadenar consecuencias negativas sobre la salud: en el plano físico pueden manifestarse mediante debilidad del sistema inmunológico, problemas de corazón y digestivo, insomnio, etc. y en el plano psicológico baja autoestima, depresión, pensamientos nocivos recurrentes, etc.
Las personas mayores que sufren esta soledad no deseada raras veces buscan ayuda entre sus vecinos, salen a cafeterías o se apuntan a actividades promovidas por las instituciones. Sino que en la mayoría de los casos no se atreven a exteriorizar sus sentimientos y pasan por una serie de sentimientos negativos de no pertenencia a la sociedad.
También hay que tener en cuenta que la soledad es un sentimiento personal que se tiene, por lo cual podemos estar rodeados de muchas personas, pero sentirnos que estamos solos. Así que hay que profundizar mucho en cada caso en concreto, ya que los motivos de aislamiento suelen ser diferentes, hay muchos que no quieren molestar, otros que para lo que se les escucha mejor no decir nada, otros tienen miedo a salir de sus rutinas, y otros muchos motivos de aislamiento.
Para atajar este sentimiento es importante hacer un análisis de los motivos de aislamiento porque lo que vale con una persona es contraproducente en otra.
Hoy en día tenemos la suerte de tener diferentes alternativas. A parte de las de toda la vida que son apoyarse en las personas que le rodean, ya puede ser familiares, amigos, vecinos,.. también hay diversos especialistas como psicólogos, terapeutas,.., que ayudan a mejorar el estado de ánimo de las personas
También existen muchos servicios que están impulsando las instituciones públicas, ONG, Centros de día, residencias y vivienda comunitarias.
En Bizkaia en concreto tenemos un proyecto que se llama Nagusilan que son dignos merecedores de todo mi reconocimiento, uno de sus proyectos es que personas mayores de sesenta años acompañan a personas que se encuentran solas. También existe SECOT que es una agrupación de personas jubiladas que ayudan a nuevos emprendedores a lanzar sus proyectos empresariales. He puesto dos ejemplos pero conozco muchos más igual de interesantes.
También otra opción son Centros especializados. Como puede ser el Centro de día Kirikiño o cualquier residencia que nosotros gestionamos (Kirikiño, Barrika Barri y Olimpia). En nuestros centros damos mucha importancia a las relaciones personales tanto entre nuestros mayores como con sus familiares y amigos, pero también con su entorno, por eso hacemos tantos encuentros intercolectivos y tantas excursiones durante todo el año.
Lo que me preocupa es que con todas las alternativas que tenemos hoy en día para disminuir la soledad no deseado, según los datos que nos aportan las instituciones el número de las que la padecen está creciendo a ritmos preocupantes. Como ya he dicho antes no suelen pedir ayuda y suelen tener mucho miedo a lo desconocido, por lo que la responsabilidad no puede recaer sólo en las instituciones sino que las personas cercanas tenemos que involucrarnos más en las motivaciones de nuestros mayores.
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